Para que nadie diga que “no lo vimos venir” cuando la necesidad impostergable de un cambio de modelo económico nos alcance, acá todas las señales que están empujando a un modelo circular para la economía mundial.
Son señales, pero no del espacio exterior… esto no es una película de ficción, sino la realidad de nuestro mundo y nuestro planeta, que se ha vuelto evidente a raíz de la combinación de acontecimientos de los últimos años. Las tendencias a continuación nos muestran la evidencia de un cambio que se acerca en el futuro, y ponerles atención ahora es lo mejor que podemos hacer.
Tendencias de consumo: el consumidor está cada vez más informado e interesado en saber cómo se fabricaron el producto y su packaging, exige transparencia y descarta las opciones con mayor impacto negativo sobre el medio ambiente.
Tendencias legislativas: las normativas están surgiendo cada vez con mayor rapidez y más exigencias en materia ambiental. Entre ellas, en Chile destacan las que tienen que ver con emisiones de gases y uso de energías basadas en combustibles fósiles, así como la ley REP, entre otras.
Tendencias del canal de venta: el e-commerce ha surgido como el gran salvador de la economía durante el confinamiento causado por la crisis sanitaria, y el fortalecimiento de este canal de venta trae consigo nuevos retos, desde pensar en diseños de packaging sustentable pero resistente al proceso de envío-entrega, hasta nuevas interconexiones logísticas que conllevan consumos antes no contemplados en los planes de negocio.
Disponibilidad de recursos: esto no es nuevo, sin embargo en los últimos años se ha hecho dolorosamente evidente que la disponibilidad de recursos para la extracción disminuye a una velocidad alarmante que más temprano que tarde terminará por frenar una a una las cadenas de producción basadas en modelos lineales.
Perdidas económicas y residuos: las personas han comenzado a cuestionarse el uso real que le dan a las cosas y a contratastar ese uso con el valor (resultando en tendencias de consumo diferentes). El modelo linear favorece el consumo y desecho, la acumulacion de residuos y la consecuente emisión de gases de efecto invernadero.
Riesgos de volatilidad de precios: con la economía lineal, la disminución de los recursos trae mayor poder de manipulación de precios debido al riesgo de interrupción del suministro, pero una empresa inteligente en términos de circularidad estará menos expuesta a ambos riestos, debido a que maximiza la durabilidad del recurso y, a través de las interconexiones con otras empresas, mantiene cadenas de suministro más cortas.
Avances en la tecnología: los avances tecnológicos nos empujan a utilizar nuevas formas de producción y crean mejores oportunidades para procesos que antes requerían de maquinaria costosa y pesada. La colaboración, el intercambio de información y la trazabilidad, asi como un mejor y mayor uso de las energias renovables están al alcance de cada vez más personas, y permiten la creación de modelos circulares que antes eran imposibles.
Apertura a nuevos modelos de negocio: las empresas ya no están 100% enfocadas en generar ganancias a través de la venta de productos solamente, sino que se están diversificando para cumplir con las exigencias de un consumidor diferente, que –por ejemplo– comienza a mostrar preferencias por un modelo de consumo de servicios más que de producto. De la misma manera, las fuentes de financiamiento de organismos privados y estatales, están abriendo cada vez más instancias para financiar modelos de negocio que se separan de lo lineal.
Para que un cambio de modelo económico ocurra, deben cumplirse ciertas condiciones políticas, económicas, sociales y tecnológicas que requieran de ese cambio, y ese es el caso de nuestra situación actual global, todas esas condiciones están ahora sobre la mesa. Somos tan responsables de prepararnos para ese cambio como de promoverlo y exigirlo.